
Hace unos días, pasé la prueba del Godan test y me gustaría escribir unas letras contando, lo que sentí, lo que ocurrió y lo que ocurre, por ello quisiera hablar de sentimientos y emociones.
Los días anteriores a la prueba me encontraba muy tranquilo, pero, la última semana, los nervios empezaron a aparecer, de tal modo, que el día anterior estaba muy intranquilo. Era viernes por la tarde, decidí acompañar a mi hijo a la piscina, pues, practica la natación desde hace años y yo como tantas veces hago, decido salir un rato a correr ya que me gusta mucho y me relaja. Serían las seis de la tarde ya anochecía y corro por un circuito que conozco muy bien, he pasado por el infinidad de veces y nunca he tenido ningún problema. Transcurren unos minutos y vienen hacia mi dos chavales en bicicleta, no hay nadie más en la zona y justo cuando llegan a mi altura, realizan un cambio de sentido, obligándome a parar en seco, menos mal que he podido reaccionar y detenerme, ellos, continúan la marcha como si no me vieran. Continúo la carrera pensando en lo que termina de ocurrir, pasados unos metros me aproximo a un cruce señalizado donde tengo preferencia, escucho el motor de un coche que llega y justo en el cruce, tengo que parar en seco, continua la marcha como si no me viera, que es lo que pasa hoy, aquí ya empece a pensar cosas raras, continuo y giro a la derecha, por una calle que tiene unos chalés, uno de ellos con una valla muy alta. Justamente cuando llego a la altura de la puerta sale un coche a toda velocidad, algo me hace detenerme, casi me atropella y se marcha, como si no me viera, entonces comprendí. Después de lo sucedido me di cuenta, que estaba preparado para el Sakki Test, los nervios desaparecieron y continué la marcha sin ningún problema, fueron momentos especiales, ese día descanse plácidamente.
Llegó el sábado, el día del Godan Test, sigo con la confianza de ayer. Acompaño a mis hijos por la mañana en sus actividades y espero con tranquilidad las cinco de la tarde. Estoy en la puerta del Dojo, abro y se desbordan las emociones, me encuentro con shihanes y shidoshis que han venido de distintos sitios para la prueba, entre ellos personas que hacia muchos años que no veía y me encanto saludar, momentos especiales, abrazos, saludos, presentaciones y comienza el Sakki Test.
Nos presentamos tres personas, la prueba la realiza el Shihan José Mª Conejo, mi maestro de toda la vida, pide voluntarios y como sigo con confianza me levanto el primero, soy el más viejo. Tras colocarnos, comienza la prueba. Es difícil expresar lo que sentí, intente dejar mi mente en blanco, noté como si algo se apoderara de mi cuerpo, una energía, fuerza, no se como describirlo, sentía como pequeños empujones, que me hacían tambalearme de en lado a otro como un péndulo, sobre todo en mi cabeza. De pronto algo me hace caer. No pasé, no sentí nada. La segunda vez, hizo la prueba la Shihan Julieta Laorga, esta vez fue diferente, esa misma fuerza o energía que describía, la sentí muy fuerte, me invadió de golpe y me hizo caer, pase la prueba, fue muy emocionante, me quede en un estado placentero viendo como superaban la prueba mis otros compañeros. Allí estaba, tan feliz, fueron momentos especiales.
Los días siguientes lo vas asimilando poco a poco, ya eres Shidoshi, las sensaciones no desaparecen, la primera noche me desperté cientos de veces, no pude dormir. La segunda a las tres de la mañana me desperté llorando, no se porque.
Y esa es mi vivencia, hasta la fecha, poco a poco te das cuenta de lo grande que es Bujinkan y de la responsabilidad que vas adquiriendo, sigo viviendo momentos especiales.
Para terminar quisiera dar las gracias al Soke Masaaki Hatsumi, porque a pesar de la distancia, siempre sentí su presencia entre nosotros. Gracias, a la familia Conejo por sus enseñanzas y hacerme sentir parte de ellos. Gracias, al Shihan Segura, Shihanes y Shidoshis que estuvieron presentes su apoyo fue muy importante y gracias a mis compañeros de entrenamiento que me hacen crecer cada día. Me despido con una cita de mi cosecha.
“Cuando la oscuridad te invada, sigue caminando, persevera, no desfallezcas, por muy oscuro que este, la luz esta ahí, solo tienes que buscarla, deja que ella ilumine tu camino.”
“Grande Bujinkan”
Juan. C. G.
5º Dan
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